Después fuimos a un restaurante en la colonia Roma, en el centro de la CDMX. El restaurante se miraba caro y había una gran cola para entrar. El host nos dijo que había una pausa de espera de 20 minutos.
Veíamos los platos y todo se veía delicioso. Al fin entramos y pedimos platos que nunca habíamos comido porque aquí en Guatemala es difícil encontrarlos o son muy caros.
Al pedir la cuenta gastamos casi 1,600 pesos lo que se resume a Q600 y tengo que decir que comimos muy bien. Después le comenté a mi amigo que si lo que comimos lo hubiéramos comido en Guatemala habríamos gastado entre Q1,200 a Q1,500 quetzales. ¿Cómo es posible eso?
La respuesta, aunque extensa me dijo que en algunos gobiernos se tenía la política de estado de administrar la abundancia y por un tiempo abrieron sus economías y compitieron. Claro ahora regresaron a esa economía cerrada. Insisto la respuesta es muy extensa, pero a grandes rasgos y con dos ideas, esto fue lo que más les benefició.
Puedo decir también que ir a México siendo de Guatemala tiene sus ventajas para el gasto, pero si uno obtiene un sueldo como mexicano la cosa no pinta tan bien. Creo que como guatemaltecos y la economía tan cerrada, la inflación pega más fuerte. Guatemala es la segunda ciudad de Latinoamérica más cara para vivir y es la 69 del mundo según la publicación El Economista.
¿Qué le hará falta a Guatemala para ser de las ciudades más baratas para vivir? ¿o queremos seguir subiendo en la lista?